Importancia del cálculo de la Huella de Carbono
Los inventarios de emisiones – o huella de carbono – es un indicador que permite medir el impacto que deja una persona, organización, evento o producto sobre el planeta. Ésta, busca establecer la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) que son emitidos a la atmósfera como producto del uso y consumo de combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón mineral), uso de recursos (electricidad, agua y papel), producción de residuos, uso de vehículos (terrestres y aéreos), entre otros, en las actividades cotidianas de una organización. Esta herramienta de medición está basada en metodologías mundialmente aceptadas que se rigen por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC, por sus siglas en inglés) y es medida llevando a cabo un registro de emisiones de GEI siguiendo procedimientos y normativas internacionales reconocidas, tales como ISO 14064, PAS 2050 o GHG Protocol entre otros, y es expresado en masa de CO2 equivalentes.
Como es conocido, la medición de la huella de carbono abarca todas las actividades del ciclo de vida de un producto (desde la adquisición de las materias primas hasta su gestión como residuo) y busca calcular la cantidad de GEI que son emitidos directa o indirectamente a la atmósfera cada vez que se realiza una acción determinada, y con base a dichos valores, las empresas pueden reducir los niveles de contaminación mediante un cálculo estandarizado de las emisiones durante los procesos productivos, permitiendo a los consumidores decidir qué productos adquirir con base a la contaminación generada, como resultado de los procesos por los que ha pasado. Una vez conocido el tamaño de la huella, es posible implementar una estrategia de reducción y/o compensación de emisiones, a través de diferentes programas o planes a considerar dentro de la organización.
Existen diversas estrategias para la reducción de la huella de carbono emitida por una organización, principalmente se busca es incrementar la eficiencia energética, acción que no sólo involucra la disminución del consumo de energía eléctrica sino también el uso adecuado de los combustibles empleados en los procesos de producción. No basta con solamente reducir los niveles de huella de carbono, sino también, la compensación de la misma con la finalidad de neutralizar las emisiones generadas, razón por la cual se busca aumentar los sumideros de CO2 a nivel mundial.
Los árboles son capaces de absorber una gran cantidad de CO2 a lo largo de su vida, pero no todos poseen el mismo potencial de absorción. La especie, el tamaño o su distribución en el bosque junto con otras especies, son factores que hacen que varíe su capacidad. Un árbol común capta entre 350 y 3.500 kilogramos de carbono al año; no obstante, existen estudios realizados donde demuestran que los pinos poseen la mayor tasa de absorción, como es el caso del Pino Carrasco el cual absorbe alrededor de 48 toneladas de CO2 al año (1), más requiere de condiciones específicas para su plantación, como lo son el tipo de tierra, clima, espacio y hábitat. Cabe destacar que la cantidad de CO2 que un árbol captura se relaciona de manera directa con su tasa de crecimiento, por lo tanto, los árboles que más crecen son los que más carbono fijan en su madera.
Ahora bien, la verificación de la huella de carbono no es obligatoria, pero muchas empresas están interesadas en que sus productos lleven la etiqueta que cerciore los valores de CO2 y, de esta manera, los consumidores puedan optar por bienes o servicios menos contaminantes, ya que la concentración excesiva de estos gases, son los principales causantes del calentamiento global.
Es importante destacar que existe una diferencia marcada en cuanto a medir la huella de carbono de una organización y realizar el inventario en la misma. Debido a que realizar el cálculo de la medición sólo arroja como resultado el valor de las toneladas de CO2 equivalentes generadas, la realización de un inventario implica la cuantificación, seguimiento, informe y verificación de emisiones y/o remociones de GEI, lo cual requiere seguir los lineamientos establecidos por la norma ISO 14064 y su política de sistema de gestión ambiental (SGA). Esta normativa detalla los principios y requisitos para el diseño, desarrollo y gestión de inventarios de GEI para compañías u organizaciones, así como también para la presentación de informes sobre estos inventarios. Incluye también los requisitos para determinar los límites de la emisión de GEI, cuantificar las emisiones y remociones de GEI de la organización e identificar las actividades o acciones específicas de la compañía con el objeto de mejorar la gestión de las emisiones. A su vez, clasifica el origen de las emisiones de acuerdo a su fuente de generación, debido a que pueden ser directas (pertenecen o son controladas por la organización), indirectas (provienen de la generación de electricidad, calor o vapor de origen externo consumidos por la empresa) o indirectas opcionales (consecuencia de las actividades de la compañía, pero que son controladas por otras organizaciones).
Identificar las fuentes de emisiones de GEI de un producto en todo el proceso productivo, permite definir mejores objetivos y estrategias de reducción de emisiones más efectivas, debido al mejor conocimiento de los puntos críticos para la reducción de emisiones, incluyendo también una considerable reducción de costos por servicios e insumos para la producción gracias a la eficiencia energética implementada y la mejor operatividad de los equipos. A su vez, permite fortalecer las relaciones entre compañías y proveedores, particularmente si esto implica oportunidades de ahorros en los costos sobre de la cadena de suministros.
La disminución de la huella de carbono representa un compromiso ambiental adquirido por una empresa que va de la mano de sus proveedores, lo que busca generar en la colectividad un sentido de pertenencia ambiental enfocado en reducir su propio impacto sobre el calentamiento global. Con este esfuerzo, se busca crear un ciclo de responsabilidad social-ambiental que incluye proveedores-empresa-consumidor implantando una conciencia motivada al cambio, y responsabilidad global con respecto al medio ambiente.